¿Es la felicidad una quimera?
Agosto del año 2000, en un pueblo cercano a la Sierra del Guadarrama. Después de años de trabajo y dedicación, por fin había hecho realidad todas mis expectativas. Estaba casado y tenía dos hijos preciosos y sanos, niño y niña, de cuatro y dos años respectivamente. Dirigía desde hacía varios años mi propia empresa tecnológica que en ese momento se encontraba ya consolidada y en crecimiento sostenido. Esto me permitía ganar un buen sueldo y con perspectivas de ir cada vez mejo